miércoles, 30 de mayo de 2012
Desobedezcamos!!!!!!!!! Audio de un médico que desobedece.
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“Me dijeron que me fuese a la privada"
De recorte a recorte, esta es la sensación de Valentina, prostituta argentina residente en Vigo en situación irregular, que acudió a mediados de diciembre del año pasado a las urgencias del Hospital Xeral de Vigo con las plaquetas por los suelos y hematomas por todo el cuerpo. Los administrativos le pidieron el pasaporte al entrar y se quedó ingresada. A las pocas horas, recibe una llamada del departamento de cuentas del centro que le informa de que cada día de ingreso le costará 485 euros, sin contar el material desechable. “Una médico llegó a decirme que me fuese a una clínica privada, que me saldría más barato. Me trató muy mal, me dejó a punto de llorar”, cuenta.
Angustiada por la deuda que según el propio hospital estaba contrayendo, Valentina se puso en contacto con Faraxa, una asociación viguesa que lucha por la abolición de la prostitución; gracias a su mediación logró no tener que hacer frente a una factura de casi 15.000 euros —se quedó ingresada un mes, hasta el 16 de enero— que por sus ingresos es incapaz de pagar. La mujer no tenía empadronamiento en la ciudad, a la que llegó dos semanas antes de caer enferma, y sin posibilidad de tramitar una tarjeta porque la norma aprobada en septiembre le exigía seis meses de antigüedad en el padrón. Tras su paso traumático paso por urgencias —un servicio, en teoría, garantizado en cualquier caso— consiguió empadronarse y el próximo mes cumplirá los 183 días que le reclama la Xunta para acceder a una tarjeta. No le servirá de mucho. El último día de agosto tendrá que presentar también el permiso de residencia. Y no lo tiene.
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