Nos alegra difundir esta noticia de la desarticulación de una red de trata de mujeres en Santiago.
La policía teme que el expresidente de Xóvenes Agricultores, uno de los cabecillas de la trama, huya si sale de prisión
SANTIAGO / LA VOZ
Muchas de ellas venían a España engañadas, tras ser captadas en el país hispanoamericano, y una vez en Santiago se les reclamaba una deuda por los gastos de viaje y estancia de unos 10.000 euros que tenían que devolver con sus servicios, de modo que en ocasiones llegaban a recibir solo un euro de cada contacto con los clientes.
Tras el éxito del primer piso, la red fue creando otros más en Santiago. Llegó a haber hasta cinco, aunque en el momento en el que el grupo fue detenido por la Policía Nacional solo estaban operativos cuatro. El modus operandi era siempre el mismo: una de las prostitutas que no había sido engañada -también las había-, abría un nuevo local y aportaba un porcentaje de las ganancias a la organización que normalmente era del 50 %.
El otro miembro de la organización que está actualmente en prisión es una persona muy conocida en Galicia porque fue el presidente del sindicato Xóvenes Agricultores. La policía considera a Juan Pérez Miramontes como un consejero de la organización con un papel determinante dentro de ella, aunque inicialmente habría actuado solo dándoles cierto apoyo y ayuda.
Grupo criminal y narcotráfico
Tras su detención, el juez de Santiago que instruye la causa, Andrés Lago Louro, le envió a prisión provisional y allá sigue tras confirmar esta medida la sección compostelana de la Audiencia Provincial. La policía considera que existe un alto riesgo de fuga si obtuviese la libertad, porque cuenta con numerosos contactos en España que podrían financiar su huida y también colaboradores en el extranjero, fundamentalmente en Sudamérica, que podrían ayudarle e incluso acogerle. A Miramontes se le imputan tres delitos: pertenencia a grupo criminal, trata de seres humanos con fines de explotación sexual y tráfico de drogas.En total, la operación policial se ha saldado con once detenciones, ocho de ellas en España y las otras tres en Paraguay, país cuyas autoridades judiciales y policiales han colaborado en una investigación que ha conseguido numerosas e incriminatorias pruebas tras meses de escuchas telefónicas y seguimientos a los implicados. En Santiago, además, se registraron seis pisos, entre los dedicados a la prostitución y los que eran la residencia habitual de algunos de los arrestados. En ellos se intervinieron 1.795 euros, abundante material informático, teléfonos móviles, dos coches y documentación en la que hay incluso esclarecedoras anotaciones de las deudas contraídas por las víctimas.
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