Los extranjeros lo tienen especialmente difícil porque lo que consta legalmente es tan pequeño que no pueden garantizar unos ingresos mínimos para traer a sus hijos.
En cuanto al servicio doméstico, nos decía Miguel Fernández colaborador desde hace décadas en el Centro de Trabajo y Cultura de Cáritas Santiago, está muy precarizado con tendencia a más. No suele haber inspecciones en este ámbito. Se dan casos de que al vivir la empleada en la misma vivienda no se cumplen tampoco las 40 horas semanales haciéndose muchas más sin cobrarlas.
El 13% de los trabajadores vive en situación de pobreza y cada vez hay más contratos de menos de 7 días.
En Santiago de Compostela hay poco movimiento de empleo en el sector industrial ya que este sector es pequeño.
Nos habló también de las iniciativas que se realizan desde el CTC, como mujeres del servicio doméstico que se han organizado creando una asociación para defender sus derechos laborales.
A su juicio se debería subir el SMI y esto repercutiría en mejoras laborales indiscutiblemente.
En esa línea de buscar respuestas concretas estuvimos dialogando para salir del encuentro con algo entre las manos que haga posible lo necesario.
Gracias Miguel por tu tiempo y compartir tus conocimientos y quedamos emplazados a la siguiente que anunciaremos nuevamente.
¡Solidaridad, por principio!
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